viernes, 3 de marzo de 2017

Condenada libertad

Recuerdo bien aquella mirada visualizada por el corazón.

Una mirada de tristeza, desilusión, sufrimiento, soledad, perdida de libertad y abandono.

Tenía la certeza de comprenderlo:

La única barrera que nos separaba era física, una pantalla de cristal. Vi en sus ojos y en sus gestos y acciones, la semejanza. Caí en la cuenta en que los dos pertenecemos a la misma familia (homínidos).

Esta es una verdad sencilla pero con frecuencia la olvidamos o no queremos entender. Nos creemos dueños del Planeta y superiores al resto de las especies, cuando somos una de los 2 millones de especies descubiertas. Preferimos aprender esta otra lección para: insensibilizarlos, volvernos más egoistas e individualistas y en general perder la "humanidad".

A ti amigo enjaulado quería contarte:

Mira y manifiesta:
si sueñas con los bosques,
si quieres una familia,
si necesitas la libertad.

Golpea el cristal:
si no te escuchan,
si no te ven,
si no te sienten.

Mira y manifiesta,
como lo estas haciendo,
porque tu mirada,
ha sido mi maestra.

Una lección de las que verdaderamente importan.
Que no estoy solo, que no soy tan diferente,
que mi madre es muchas madres,
y que el ser humano no es el único condenado a ser libre.



Con estas preciosas poesías nacidas del corazón de Marcos Ana me despido:

Decidme como es un árbol & Mi casa y mi corazón

https://www.youtube.com/watch?v=YAa1VWBS11E

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